¿Qué niño es este?

La música es parte integral de la vida del creyente en Cristo. Cantamos al pasar tiempo juntos, para crear nuevos recuerdos, al asistir a eventos y reuniones con nuestra comunidad de fe, para compartir con nuestros seres queridos y amigos, para pasar sabiduría a la siguiente generación, para enseñar a nuestros hijos, para deleitarnos en las melodías de nuestra cultura, para unirnos a la Iglesia global con himnos y letras que han perdurado por cientos de años.

En la Navidad, al cantar villancicos, contamos una vez más la Gran Historia, la historia Verdadera que redimió a la humanidad. Nuestra mente necesita recordarla, nuestro cuerpo necesita encarnarla y nuestra alma necesita creerla. Cantamos, aun cuando dudamos o cuando la verdad de Emanuel, Dios con nosotros, se siente lejana, ajena o incómoda.

Cantar villancicos es una declaración contundente de que este niño en el pesebre, el niño en brazos de María, es más que un niño… es el Creador, nuestro Rey y Salvador, es Emanuel, Dios con nosotros.